Un largo y nevado pasillo repleto de
puertas se hallaba ante mi.
Al fondo, veía mi propio reflejo en un
gran espejo que iba del suelo al techo, sin dejar un solo espacio de
pared. Veía los copos de nieve caer al suelo y alcé la vista.
Sobre mi cabeza había un techo tan negro como el carbón y no
parecía que hubiera forma lógica de que la nieve cayese a través
de él. Pero así sucedía. Parecía un cielo oscuro en una noche
nevada.
Pese a que la habitación estaba
iluminada, no veía lamparas o focos que originasen esa luz. Ni
siquiera había ventanas o alguna rendija por la que se colara. Aquel
pasillo estaba totalmente cerrado.
Avancé con cautela, pues no sabía que
tenía que hacer en aquel lugar. Intenté abrir la primera puerta que
encontré a mi izquierda, pero estaba cerrada. Probé con la que
estaba la derecha y me encontré con más de lo mismo. Completamente
cerrada. Seguí probando puerta por puerta, hasta que oí un
chasquido.
Mire a ambos lados del pasillo pero
estaba sola. Aguardé un momento escuchando atentamente por si volvía
a oír aquel ruido, pero tras un tiempo de espera continué moviendo
cada uno de los pomos, pero ninguna puerta se abría. Entonces me
fijé que la cerradura de las puertas eran extrañas y cada una tenía
una forma diferente. Tenían una forma cóncava, pero ninguna era
igual.
-¿ Es que no ves que necesitas una
llave? - Preguntó una voz infantil, tras una pequeña risa.
Me quedé petrificada, pues esa voz la
conocía. Miré hacia el lugar donde la oí y vi el espejo y mi
reflejo en él. Este, al igual que yo, agarraba el pomo con fuerza
intentándolo hacer girar.
Intentaba averiguar de dónde vino
aquella voz cuando un fuerte golpe en la puerta principal me hizo dar
un brinco del susto.
-Si no te hubieras quedado mirando las
musarañas, ahora no las tendrías encima.- Dijo otra vez la voz.
Volví a mirar el espejo y me acerqué a él. No había nada extraño,
todo era idéntico,pero mi reflejo... estaba cambiando.- Y lo
vuelves a hacer. ¿Es que quieres perder? - Preguntó mi reflejo de
cuando tenía siete años. Una niña de pelo castaño y claro, ojos
verdes, vestida de rojo y blanco. - No me mires con esa cara y busca
la llave. No tenemos tiempo. Si entran romperán el espejo y
ganarán.- Se quedo terriblemente sería y me miró con tristeza.- Y
desapareceremos. Igual que mamá.
Sentí un pinchazo de dolor en mi pecho
y traté de apartar aquellos pensamientos que durante años había
mantenido lejos.
Me agaché y empecé a buscar la llave
entre la nieve, mientras oía como las hermanas aporreaban la puerta.
-¿Dónde está la llave? -Pregunté.
-No lo se.- Contestó la niña del
espejo. - Ella la tiró por debajo de la puerta porque no quería
salir de la habitación.- Dijo pensativa. Yo la miré extrañada y me
hizo un gesto con la mano para que continuará buscando.- Hace años
de aquello...
Aparté un gran puñado de nieve y
sentí mis dedos congelados.
-¿Cómo que hace años?
-Ella creía que alguien vendría a
buscarle si le quería. Pero no fue así. Todos creyeron que
realmente quería estar sola, y se apartaron. Nunca vinieron a
buscarla. -Oímos como la puerta empezaba a romperse y mi corazón
comenzó a latir acelerado. - Date prisa, es más fácil de lo que
piensas. Necesitas concentrarte.- Dijo haciendo una mueca.
-¿Sabes dónde esta?
Ella negó con la cabeza.
-Tienes que tener paciencia. Tienes que
dejar que termine de contártelo. - La miré con recelo y vi como los
golpes iban rompiendo la puerta.- No puedes dejar que el miedo gane.
Me puse a retirar la nieve que había
junto a las puertas pensando en lo que había dicho la niña. Quizás
la llave la habían arrojado junto a una de estas. Pero había
tantas...
-Se encerró en si misma, y pasaron los
años.- Continuó la niña.- Se fue abandonando y la nieve fue
cayendo hasta ocultar bajo ella la llave que la liberaría. La capa
de nieve se hizo tan gruesa que la gente pasaba por encima sin darse
cuenta de lo que ocultaba. Nadie jamás la sacaría de allí, y tarde
o temprano se volvería loca y moriría. Solo una persona era capaz
de encontrar la llave y abrir esa puerta. Y esa persona, era ella
misma.
Al oír aquello me detuve, ¿ se estaba
refiriendo a mi? La niña ladeó la cabeza y señaló hacía la
puerta principal, donde las hermanas estaban apunto de derribarla. Me
estaba quedando sin tiempo.
Recordé como mi padre una vez dijo que
no tenía amigos porque los había apartado de mi desde... No, no
quería pensar en ello..No podía hacerlo. No debía hacerlo. Me
derrumbaría y entonces no habría forma de seguir adelante.
Perdería.
-Tienes que recordar dónde dejaste la
llave.- Dijo la niña sentándose en el suelo, doblando las piernas.
Puso los brazos sobre sus rodillas y ocultó su rostro en ellos. - La
lanzaste bajo una puerta, recuerda cual era. Recuerda aquel día. No
dejes que...
***
Mmm este capi está interesting! (para el que vaya a leer este comment sin haber leído el capítulo, está lleno de spoiler. Avisados estáis personas lectoras que no sean Mavy xD)
ResponderEliminarNos da a ver que la prota vio a su madre muerta y como atacaron a su padre y lo dejaron parapléjico... Además de descubrir cual fue la primera expereincia que ella tuvo con el mundo de los dragones (o una de las primers, se supone).
Con el hecho de que ya con esta prueba haya sido suficiente se rompe mi predicción de que todavía le quedarían dos o tres pruebas para encontrarse con la reina xD reina a la que no le gusta que le traten como tal. Eso me gusta! SI la tratasen como reina habría muchas reverencias y "majestad" que harían a ese personaje parecer muy superior a los demás, auqneu no tiene por que. O puede que sí lo sea y quiera quitarse importancua! O puede qye no sea tan importante para la historia ya que X...
Y por qué era ella de vieja? Qué le pasaba a los libros? POr qué? Mmmmm eso es lo bueno de este capi, que deja muchas intrigas y ganas de saber más :3
Me tomaré eso como que te ha gustado :33
EliminarEsta segunda prueba tocaba de lleno en sus sentimientos y su vida. Los hechos más importantes y chocantes de ella. Si pones atención, puedes entender la prueba. Sino, queda esperar al siguiente capítulo ;3